Fotulis y fotelis

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jueves, 12 de diciembre de 2013

Todos tus muertos

Hasta hace poco, creí que el unico organo que dejaba de sentir, era el corazón. Dejás de querer, y ya está. Pero me equivoqué. Descubrí que, quien sabe debido a que causas quimicas, o si los malos recuerdos generan algún tipo de rechazo, la piel deja de electrificarse ante cierto toque, el cuerpo deja de sentir las mismas cosas que sentia antes. Y quizás, sin miedo a sonar exagerada, lo que antes te gustaba, o quien antes te gustaba, ahora te genera rechazo. Y lo que antes te mataba por dentro, ahora no te hace ni cosquillas. Las cosas, cuando dejan de pasar, por algo es. Y una, que hace años cerró ciertas etapas toxicas de su vida, comete el error de volver, a ver si ese poco que antes funcionaba más o menos bien, sigue estando. Y no, ya no está. Ya no te hace hervir la piel, ya no te hace vibrar la panza, ya no te hace dormir con una sonrisa. Ahora te hace sentir incomoda, forzada, y volver a tu casa con esa sensación de rechazo. Volver al pasado es involucionar. Y yo no sirvo para eso.