Fotulis y fotelis

Instagram

jueves, 30 de abril de 2015

Alas para volar, motivos para volver

A veces, hago cosas por si mañana ya no estuviese en este mundo.
Tengo un cuaderno donde le escribo a mi hijo.
En otro cuaderno escribo estas cosas que publico, escribo sobre mis ilusiones, miedos y decepciones.
Y a veces, cuando necesito decirle algo a alguien y ese alguien no me deja hablarle, también escribo.
Hace unos días, sentí entre el pecho y la panza, que un objeto que tengo en mi habitación, al que le metí horas de amor y energías, tenía que ser tuyo. Escribí una cartita, explicándote los motivos, el significado, y la guardé junto con el objeto. Ahí están, esperándote.
Yo ya no.
Este ultimo tiempo aprendí a llamar “amigo” al que siempre tiene dos minutos para estar, “amor” al que nos hace feliz, aprendí a no querer a quien no me quiere. Ni buscar a quien no me busca. Ni perdonar a quien me maltrata o destrata. Ni preocuparme por quien no le importa mi preocupación.
La cartita y el objeto son tuyos.
Yo, por mi parte, emprendo viaje.
Me llevo mis ganas de abrazarte, mis ganas de hacer música juntos.
La vida es corta y yo ya no soy aquella que banca ausencias.
Yo necesito hechos.
Tocar, sentir, ver, oír, oler.
Tocarte. Sentirte. Verte. Oirte. Olerte.
Domingos en calzones tomando mate en la cama. Trasnoches escuchando música. Pelear como chicos y querer como adultos.
Alas para volar, motivos para volver.
Volá.
Seguí bajoneandote y quejándote por no encontrar lo que buscás.
Lo habías encontrado.
Y lo dejaste volar.
 Sin darle motivos para volver.

 

miércoles, 22 de abril de 2015

El abrazo que me falta y el abrazo que me sobra

Yo me encariño.
Tejo lazos invisibles desde mi corazón hacia otros corazones.
 Antes no era así. Y me arrepiento muchísimo.
Hubiese querido abrazar más a mi mejor amiga durante los 13 años que la tuve en esta vida.
Hubiera abrazado más a mi abuela, hubiera abrazado más a mi abuelo.
El año pasado aprendí que un abrazo es la forma de comunicación más pura que existe.
Te quiero.
Te extrañé muchísimo.
Te necesito
Yo estoy con vos.
No me dejes sola.
Tengo miedo.
Todo eso, dicho en silencio, y en un abrazo.
Y no hay nada que me duela en el mundo, que ver morir mis ganas de abrazar a alguien. Sentir que ya ese abrazo no ocurrirá. Que ese cariño, ese lazo que tejí, se desvanece.
Siento el alma vacía, con gusto a nada. La garganta rasposa, como si hubiera lagrimas que no brotan.
Quedarse con ganas de dar un abrazo a alguien en especial, es el peor dolor que puede tener un alma. No dar ese abrazo porque ni siquiera te dieron la oportunidad, es una puñalada en el corazón.
Me sobra un abrazo.

 

lunes, 13 de abril de 2015

Las paltas maduraron muy rapido

A veces siento que voy a contramano del mundo. Y por eso termino siempre herida.
Te creí?
SI.
Pese a que algún que otro amigo en común me advirtió, yo elegí confiar en vos, confiar porque también estabas herido.
Fue hermoso pasar unos días con la ilusión de que había alguien con idénticas ilusiones, miedos, dolores, que tenía ganas de abrazarme y descubrir quien soy. Despertar con un audio, una canción, una frase linda, que se yo.
A mi no me pasan esas cosas.
Y te creí.
Como no creerte?
Si hace casi 2 años me lees sufrir.
Y como te creí, te abrí la puertita de mi corazón.
 Y te dejé entrar, siempre pensando en que primero, necesitaba tenerte frente a mi, darte un abrazo, mirarte a los ojos y ver que me sucedía.
Jamás pretendí que estuvieses pendiente de mi. No podría vivir sabiendo que le corté las alas a alguien.
Pero cuando algo deja de ser reciprocó, cuando la respuesta tarda horas, días, ya deja de ser un “Me colgué”, para ser un “No me interesa”.
Una vez, jamás sabré si en joda o en serio, me dijiste que me querías. Y no te creí, porque esas cosas yo elijo que me las digan en la cara, no por escrito.
Y menos mal que esa vez no te creí.
No soportaría que alguien que me quiere de verdad, me deje hablando sola cuando le cuento que estoy triste.
No soportaría que alguien que realmente me quiere, no busque mi cercanía. Alguien que me quiere, no hace lo posible por alejarme.
No creo que me hayas querido ni un poco.
Y hoy, incluso, dudo haberte interesado.
Si me querías, si te interesé, demostrame que me equivoco.
Mostrame cuan errada estoy y te juro que te pido perdón mientras te doy el abrazo que tantas veces quise darte.
Mostrame que me equivoco y empecemos de nuevo, peleando como nenes chiquitos que no saben si son amigos o que carajo, soñando con cantar canciones juntos.
Las paltas ya se deben haber echado a perder.
Porque te creí.
Y no sabés lo mucho que me duele.



 

viernes, 3 de abril de 2015

En silencio

Me late el corazón.
La saliva me invade la boca.
Trago. El sabor ácido y dulzón me repugna.
Me tiemblan las manos.
No puedo dejar de mover las piernas.
Las paredes parecen ensancharse y arrinconarme. Todo se oscurece.
Algo malo se acerca y mi cuerpo lo siente.
Respiro hondo y cierro los ojos.
Frunzo la boca y me muerdo los labios.
El sabor ácido y dulzón de mi saliva me avisa que las nauseas se aproximan.
Y llegan enseguida.
Y se me acelera el pulso.
Me cuesta respirar.
Me tiembla todo el cuerpo.
El sudor frío me recorre la piel.
No me animo a abrir los ojos.
Tengo miedo.
Quiero salir corriendo.
Quiero llorar.
Camino como un lobo enjaulado.
Siento que las piernas me fallan.
Me siento.
Respiro.
No quiero abrir los ojos.
El corazón se calma.
Respiro.
Abro los ojos.
Respiro.
15 minutos pasaron.
Respiro.
Otro ataque superado.
Respiro.
Me peino, me lavo la cara, sonrío y sigo viviendo.

 

miércoles, 1 de abril de 2015

Necesitando-te

Un abrazo que te haga desaparecer del mundo por un rato.
Un “Hola” sin palabras.
Un beso que te deje la mente en blanco.
Un abrazo dado con todo el cuerpo, un “Tranquila que estás conmigo”, dados cuando de repente me quedo en silencio, empiezo a respirar hondo y las piernas y manos se me mueven solas. Porque no sé decir “Creo que tengo un ataque de pánico”
Un “No me gusta que salgas tan tarde de cursar, te paso a buscar”
Un “Vi esto y me pareció que tenia que regalártelo”
Un “Te extraño, quiero verte ya”.
Un “Esta canción me hace acordar a vos”
Un “Quiero estar con vos”
Un montón de cosas que estoy necesitando.