Fotulis y fotelis

Instagram

lunes, 22 de abril de 2013

Si eres un pajaro, soy un pajaro

Acabo de terminar de ver The Notebook. Lloré, si. Sonreí, si. Y me quedé con esta sensación rara acá en la garganta. Alguna vez me habré enamorado de verdad? Hoy creo que no. Hasta la semana pasada, creía estar enamorada, pero no, no es quien busco. Ninguno de los hombres a quienes en teoría amé, se acercan a lo que busco en mi Noah.
Mi Noah me hace reir a carcajadas y es capaz de ponerse a bailar en el medio de la calle, o en el living, o en la cocina. Mi Noah me hace bailar con él.
Mi Noah me da la mano para dormir, para caminar y para hacerme sentir protegida.
Mi Noah me incentiva a que haga lo que amo.
Mi Noah me acompaña y se deja acompañar. Es amor, amigo, compañero, me cuida, se deja cuidar, me reta, me baja a tierra y delira conmigo.
Mi Noah es musica y es silencio. Mi Noah me dice todo con la mirada. Mi Noah, de hecho, tiene una mirada de esas que me ponen nerviosa. La mirada más linda que los ojos.
Mi Noah no me esconde. Al contrario, está feliz de que lo vean conmigo. Y todos los días me recuerda que cosas ama de mi y cada día, logra que vuelva a elegirlo.
Mi Noah llora, siente, vive. Y lo expresa. Y no tiene pudor en pedirme ayuda.
Mi Noah me enseña todo lo que sabe y es un excelente aprendiz.
Mi Noah me mira a los ojos antes, durante y después.
Mi Noah, en caso de existir, sabe que por él haría TODO. Vencer miedos, obstaculos, distancias, TODO. Quizás sea tiempo de enamorarme por primera vez. Y el día que suceda, esté donde esté, acá, allá, o más lejos, me la juego entera.
Porque mi Noah vale la pena.