Ya no confio en los “Te quiero” dichos a través de un
monitor. No creo en los “Te quiero” dichos luego de hacer lo posible por
perderme.
Hay cosas que ya no tolero. Ya no tengo fuerzas para
sentirme miserable e incapaz de tener algo lindo.
Si me querés, no intentás perderme.
Si me querés, me querés a tu lado.
Si me querés, me querés siempre, no me querés cuando “pinte”
Si me querés, me querés sin plazos.
Si me querés, no me denigras a papeles insultantes.
Si me querés, haces un rollito con tus mambos, te los metés
en el fondo del orto, y te la jugás. Y te animás. Y me ayudás a animarme. Y hacés
otro rollito con mis miedos y me ayudás a que me los meta yo en mi propio culo.
Si me querés, deberías estar hecho un trapo de piso, porque
acabás de perderme.
Claramente no me querés. O querés muy mal.
Y claramente, yo merezco que me quieran de verdad, y mejor.
Yo no te quiero. No puedo querer a alguien que es incapaz de
sentir que le importo. Y yo soy muy importante.